jueves, 3 de febrero de 2011

La gramatica de la felicidad

Comparto esta entrevista de La Contra en la que el filólogo y ensayista José Carlos Aranda, autor de El libro de la gramática vital, ofrece un derroche de sabiduría en dos campos, para mí apasionantes, que enlaza con maestría en sus respuestas: la gramática y la vida.

¿Qué tiene que ver la gramática con la vida?Nuestros actos están determinados por nuestros pensamientos, que formulamos con palabras, frases, oraciones...¿El habla me condiciona?Del dominio del lenguaje depende nuestra capacidad de elaborar reflexiones más o menos profundas y producir actos combinados. Imagine que suprimiéramos el yo.¿Nuestra realidad cambiaría?La individualidad sería impensable. Viviríamos en el universo de las hormigas.La vida humana está llena de incoherencia, lapsus, errores...Sí, pero la incoherencia en la vida conduce a la frustración y a la infelicidad de la misma forma que la incoherencia gramatical conduce a una frase sin sentido.
Nuestros actos nos definen.
Nuestra vida es una novela. Los actos y decisiones diarias son la tinta indeleble con la que escribimos su argumento.
Los actos son también el camino que ofreces a los demás para comprenderte.
Así es, yo no puedo juzgar tus pensamientos porque no los oigo, sólo tus palabras. De la misma forma, yo no puedo juzgar tus intenciones, sólo tus actos, que es lo que veo, y a través de ellos compongo tu imagen.
¿Existe una gramática de la felicidad?Sí, cuando mi proyecto de ser y mis actos caminan en la misma dirección.
De acuerdo, ¿pero qué tiene que ver con la gramática?
En la lengua antes de hablar tienes que saber qué quieres decir: en la vida antes de vivir tienes que saber qué quieres ser.
Pues lo saben bien pocos…Hay que desprenderse de todo para mirarse a uno mismo y comprender que lo primero es la propia existencia, y que si no te tienes a ti mismo no tienes nada. Hay un proyecto de ser que preexiste, está en el pensamiento.¿Cómo descubrirlo?Coja papel y lápiz y describa al detalle cómo desearía que fuera el hijo de sus sueños: deportista, intelectual, artista, con fe, sin fe… Acaba de definir su propio ideal, el que no alcanza por las vicisitudes, el que no se atreve a buscar.
No nos atrevemos porque las cosas sean difíciles, sino que son difíciles porque no nos atrevemos, decía Séneca.
Muy a menudo somos elefantes de circo: una experiencia inoportuna nos condena a un estado de frustración y nos impide tener la valentía de actuar en la vida.
¿Qué tienen que ver los elefantes?En los circos ambulantes los ataban a una estaca, sólo tenían que tirar un poco para liberarse, pero no lo hacían porque ya lo intentaron de pequeños y de adultos seguían pensando que era imposible.Entiendo.Debemos ser muy conscientes de que la lengua es el sistema operativo que instalamos en cada mente al nacer. Un mal ordenador con un buen sistema operativo da muchísimos mejores resultados que a la inversa.La genética también nos determina.Sí, y mis circunstancias son mi realidad, pero sobre ambas está mi voluntad, mi pasión por ser. Lo que yo toco se transforma en función de mi deseo de ser. La realidad es la piedra, dásela a un arriero cansado y hará un asiento, dásela a Miguel Ángel y hará La Piedad. Estamos hablando de una misma realidad, ¿qué la transforma?... El telos de Aristóteles, la esencia en el ser que comporta un destino.
No somos los autores exclusivos de nuestro propio personaje.
La realidad actúa en mí en función de cómo yo la concibo y cómo la manejo.
¿Pero por qué esos impulsos negativos que nos impiden disfrutar?
Los malos sentimientos prosperan porque tenemos capacidad de sentir. La misma tierra que abona el rosal hace crecer la mala hierba, con lo cual habrá que estar muy atento, arrancarla cuando nace para que no se adueñe de nuestro espíritu.
Reglas para una buena sintaxis vital:
Coordinar nuestros actos en función de lo que pretendo ser en la vida. Y el principio de la linealidad, cada cosa en su momento: normalmente vivimos como en un trastero revuelto y hay que iluminar objeto por objeto, descomponer los tiempos, ser sólo madre cuando estás con tu hijo, ser sólo amante y amiga cuando estás con tu pareja...
¿Y usted a qué conclusión ha llegado?
Que podemos ser felices si trabajamos en ello. Hay que crear espacio y tiempos para reestructurar sentimientos y sensaciones, positivizar lo negativo. Decía un viejo indio: dentro de mí viven dos lobos, uno me lame la mano, el otro trata de morderme el cuello.
¿Quién ganará?
Aquel que yo alimente.¿Qué hacer con la falta de autoestima?La única solución es volver al origen: la respiración, ir a lo esencial para descubrir que lo maravilloso es que estás vivo. Y si te has fallado a ti mismo, busca tu reflejo en los demás, porque te darán una imagen de ti mismo mucho más real que la que tú tienes.¿Qué intenta darle a sus alumnos?Yo no tengo nada mejor que dar que a mí mismo, el conocimiento es una excusa.
¿Qué necesitan?
Cariño, sinceridad y que se les hable claro; y enseñarles a combinar. Muchas veces perdemos la oportunidad de realizar las cosas porque queremos que la realidad se adecue a la visión que tenemos de lo que debe ser. Mejor combinar los elementos de que dispongo para acercarme a mis objetivos.
 
Fuente: http://silencioactivo.blogspot.com

Permisos

Ser Atrevidos y sin vergüenza para crecer, sin vergüenza para darnos el Permiso de Amar y ser amados y prósperos, entendiendo la prosperidad como la riqueza en todos los ámbitos.
Date el Permiso, Ya es Hora.

Parmansa Yogananda


miércoles, 2 de febrero de 2011

Desapego no es Indiferencia


 Así como el desprendimiento saludable, el desasimiento sano y el verdadero desapego son signos de equilibrio mental y emocional, la indiferencia es un error básico de la mente y conduce a la insensibilidad, la anestesia afectiva, la frialdad emocional y el insano despego psíquico. Nada tiene que ver esta indiferencia con ese no-hacer diferencia de los grandes místicos debido a su enriquecedor sentido de unidad que les conduce a conciliar los opuestos y a ver el aliento supremo en todas las criaturas y circunstancias. La indiferencia, en el sentido en el que utilizamos coloquialmente este término, es una actitud de insensibilidad y puede, intensificada, conducir a la alienación de uno mismo y la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización. La indiferencia endurece psicológicamente, impide la identificación con las cuitas ajenas, frustra las potencialidades de afecto y compasión, acoraza el yo e invita al aislacionismo interior, por mucho que la persona en lo exterior resulte muy sociable o incluso simpática. Hay buen número de personas que impregnan sus relaciones de empatía y encanto y, empero, son totalmente indiferentes en sus sentimientos hacia los demás.

La indiferencia es a menudo una actitud neurótica, auto-defensiva, que atrinchera el yo de la persona por miedo a ser menospreciado, desconsiderado, herido, puesto en tela de juicio o ignorado. Unas veces la indiferencia va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia, pero muchas otras es de modestia y humildad. Esta indiferencia puede orientarse hacia las situaciones de cualquier tipo, las personas o incluso uno mismo y puede conducir al cinismo. Hay quienes sólo son indiferentes en la apariencia y se sirven de esa máscara para ocultar, precisamente, su labilidad psíquica; otros han incorporado esa actitud a su personalidad y la han asumido de tal modo que frustra sus sentimientos de identificación con los demás y los torna insensibles y fríos, ajenos a las necesidades de sus semejantes. También el que se obsesiona demasiado por su ego, sobre todo el ególatra, se torna indiferente a lo demás y los demás, al fijar toda su atención (libido, dirían los psicoanalistas más ortodoxos) en su propio yo.

Unas veces la indiferencia sirve como «escudo» psíquico y otras para compensar las resquebrajaduras emocionales; cuando esta actitud o modo de ser prevalece, la persona tiene muchas dificultades en la relación humana, aunque también, a la inversa, podría decirse que al tener muchas dificultades en la relación humana opta neuróticamente por la indiferencia, lo que irá en grave detrimento de su desarrollo interior, ya que para crecer y que nuestras potencialidades fluyan armónica y naturalmente se requiere sensibilidad, que es la quintaesencia del aprendizaje vital y del buen desenvolvimiento de nuestras potencialidades más elevadas, si bien nunca hay que confundir la sensibilidad con la sensiblería, la pusilanimidad o la susceptibilidad.

Muchas veces la indiferencia sólo es una máscara tras la cual se oculta una persona muy sensible pero que se autodefiende por miedo al dolor o porque no ha visto satisfecha su necesidad de cariño o por muchas causas que la inducen, sea consciente o inconscientemente, a recurrir a esa autodefensa, como otras personas recurren a la de la autoidealización o el perfeccionismo o el afán de demostrar su valía o cualquier otra, en suma, «solución» patológica. En la senda del desarrollo personal, es necesario desenmascarar estas autodefensas y «soluciones» patológicas para que puedan desplegarse las mejores potencialidades anímicas, que de otro modo quedan inhibidas o reprimidas e impiden el proceso de maduración.

Esta autodefensa que es la indiferencia se acrisola ya en la adolescencia, en muchos niños que recurrieron a la misma para su supervivencia psíquica, fuera por unas insanas relaciones con las figuras parentales o por su exceso de vulnerabilidad en la escuela y en el trato con sus compañeros o por otras muchas causas a veces no fáciles de hallar. Para ir superando este error básico que es la indiferencia, la persona tiene que abrirse e irse desplegando, aun a riesgo de sufrir, pero asumiendo todo ello como un saludable ejercicio para lograr su plenitud y no seguir mutilando sus mejores energías anímicas y afectivas.

Ramiro Calle, Las zonas oscuras de tu mente



El poder del pensamiento en positivo

Una nota muy interesante sobre nuestro poder creador mas grande: el pensamiento.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar

¿El vaso medio lleno o medio vacío? La mente es demasiado poderosa como para minimizar el efecto de nuestras ideas e intenciones sobre la realidad. De cómo y por qué aquello que pensamos determina en gran parte lo que nos sucede.


Atrévase: el artículo que usted comienza a leer sólo trae buenas noticias. En línea paralela con los escépticos, los trágicos, los eternos derrotados y aun los nihilistas –aunque sin malgastar energías en el enfrentamiento–, hay mucha gente en el mundo convencida de que todos podemos pensar en positivo y que esto nos conducirá, inevitablemente, a una mejor calidad de vida.
"El optimismo es aprendido –asegura Andrés López Pell, psicólogo, director de la Fundación para la Salud y la Educación (Funsaled) y autor de investigaciones sobre el tema–. Por lo tanto, se mejora a través de distintos recursos, entre ellos, la psicoterapia. Se puede traer un bagaje genético que marque una tendencia o la influencia de aspectos de crianza, pero todo es modificable. El optimismo no es ingenuidad ni fantasía: es un conjunto de expectativas respecto del futuro que nos permite interpretar verazmente la realidad. Si la canoa se está hundiendo, se está hundiendo. El punto es no llorar, sino intentar nadar (o aplicar otro recurso, que siempre existen) para ponerse a salvo."
Hugo Hirsch, director del Centro Privado de Psicoterapias (CPP), dice que ver el vaso medio lleno o medio vacío no es otra cosa que un hábito, y que un hábito es algo que podemos cambiar. "Se puede aprender a ver lo positivo de cada situación –dice Hirsch, un psicoterapeuta de larga trayectoria–. Hay personas que lo logran más fácilmente que otras; existen aquellos que lo hacen naturalmente, pero todos podemos entrenarlo por medio de distintos métodos, por ejemplo, la autoconciencia y el autoconocimiento, aprendiendo a identificar pensamientos negativos y cuestionándolos. Si tenemos en claro la propensión hacia el pensamiento negativo, somos conscientes de la dificultad para ver lo positivo. Es un buen inicio."
La búsqueda del bienestar (o de la felicidad) es una meta que parece haber nacido con el ser humano. Tema filosófico por excelencia –desde los griegos, primer escalón reflexivo de la cultura occidental, distintas escuelas y corrientes sumaron aportes sobre el tema–, su status científico fue sin embargo bastante relegado: hasta podría decirse que ciertas disciplinas arrojaron la propensión humana al bienestar o la felicidad a la estantería de los temas menores.
Beatriz Vera Poseck, licenciada en psicología por la Universidad Complutense de Madrid, escribe que durante muchos años la psicología se centró exclusivamente en el estudio de la patología y las debilidades del ser humano, y que esta perspectiva la convirtió en algo así como una "ciencia de la victimología", como si el estudio de la "parte positiva" de la existencia humana no tuviera (casi) sentido.
Sin embargo, cuando, en 1998, asumió como presidente de la Asociación Americana de Psicología, el psicólogo estadounidense Martin E. P. Seligman, nacido el 12 de agosto de 1942 en Albany, dio un contundente giro al estado de las cosas. Nacía así la psicología positiva.

Un golpe de timón

"Después de 25 años de estudiar la depresión, Seligman dijo basta –explica Hugo Hirsch–. Entonces comenzó a preguntarse por qué había muchos que, en lugar de deprimirse, eran o intentaban ser felices. Advirtió que desde fines de la Segunda Guerra Mundial, o quizás antes, todas las disciplinas vinculadas con la salud mental se habían ocupado únicamente de lo que andaba mal, de recuperar lo roto, por decirlo de alguna manera, pero poco y nada se había investigado para trabajar con lo bueno."
Hirsch plantea que la psicología positiva se orienta al hallazgo empírico de aquellos elementos que contribuyen al bienestar, la felicidad, la realización personal. "Por ejemplo –enumera–, las características familiares que tienen aquellos hogares con niños más sanos, o cómo incide el sentimiento de esperanza en el proceso de curación de las enfermedades. No es una escuela, no hay un único modelo, lo que sí existe es una búsqueda de investigaciones científicas que demuestren cómo es posible que alguien desarrolle una virtud. Se parte de un supuesto: que podemos ser felices, y se busca identificar factores que conduzcan a eso y producir material científico con evidencia empírica que permita que cualquiera los utilice. Por ejemplo, está demostrado científicamente que la actividad física regular mejora el estado de ánimo. Es bien práctico; la información les sirve tanto al profesional de la salud como al lego. Es una reacción al énfasis de más de 50 años de búsqueda de solución de la patología: más que identificar debilidades se busca señalar fortalezas y trabajar sobre ellas. Y es más probable que se consigan resultados trabajando sobre fortalezas que sobre debilidades."
Todo ser humano (sí, cada una de las personas que habitan este planeta) tiene un conjunto de fortalezas personales según Seligman: curiosidad, amor por el conocimiento, pensamiento crítico, ingenio, perspectiva, valentía, perseverancia, honestidad, vitalidad, amor (capacidad de amar y ser amado), generosidad, distintos tipos de inteligencia, sentido de la justicia, capacidad de liderazgo, don de perdonar, modestia, prudencia, autocontrol, aptitud para apreciar la belleza, disposición para agradecer, optimismo, sentido del humor, espiritualidad.
Y en tanto los tratamientos psicológicos habitualmente se focalizan directamente sobre los problemas que aquejan a la persona, Seligman postula que la psicoterapia positiva es una "estrategia de amortiguación", en la que el diálogo con el terapeuta se centra en incrementar las emociones positivas, las fortalezas, en lugar de las carencias. Accediendo a la página web del instituto que dirige, es posible conocer este conjunto de cualidades, además de (previa registración, totalmente gratuita) tomarse autotest y trabajar sobre ellas ( http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/questionnaires.aspx" ).
"Pero la psicología positiva se vincula también con el concepto de resiliencia –agrega Hugo Hirsch–, que ha sido tomado de la física, y es la capacidad de los materiales de regresar a su estado inicial aunque hayan sido completamente alterados. Pero si lo utilizamos en psicología o en cualquier otra ciencia humana, resiliencia quiere decir más que eso, y es, por ejemplo, la capacidad que muestran las personas, por caso muchos niños, para atravesar circunstancias por demás difíciles o trágicas y salir fortalecidos de eso. Todos estos años aprendimos mucho sobre factores de riesgo. Sin embargo, olvidamos que un factor de riesgo no es necesariamente una condena."

Pensar, un arma poderosa

¿De qué se nutre un pensamiento? Según Andrés López Pell, "lo que se cree de las cosas es muchas veces una idea infundada que se adquirió a lo largo de la vida sin saber bien ni cuándo ni cómo, y que probablemente nunca haya sido sometida a un análisis racional. Seligman afirma que a menudo muchas de las creencias son prejuicios y, por lo tanto, sumamente inútiles. La indicación es tomar distancia de las explicaciones pesimistas, al menos hasta verificar su certeza".
El método propuesto por el creador de la psicología positiva consiste en un diálogo interno con uno mismo que permite discutir (sin intermediarios) acerca de la evidencia, las alternativas, las implicaciones y la utilidad de la creencia pesimista que la persona presenta y que habitualmente es un obstáculo para su propio bienestar. "Uno tiene que actuar como un detective, buscando evidencias de esa creencia", ironiza López Pell. "Aunque se obtengan pruebas que apoyen esa creencia –agrega el psicólogo–, generalmente la realidad estará a favor de rebatirla porque las ideas pesimistas tienen un punto débil: suelen exagerar algún aspecto de la realidad y los hechos pueden poner de manifiesto esas distorsiones, generalmente asociadas a explicaciones catastróficas. Los acontecimientos son siempre multideterminados, y las personas pesimistas suelen aferrarse a las explicaciones más negativas; por eso, la tarea consiste en desechar esa costumbre destructiva y habituarse a generar pensamientos más realistas y lógicos."
Hirsch explica que lo típico del pensamiento pesimista, según Seligman, es considerar: "Lo que me pasa de malo es lo único que me pasa, abarca toda mi vida, va a durar para siempre y yo soy responsable o culpable de eso".
¿Y cómo garantizar que la influencia de los aspectos inconscientes no atenten contra la intención de modificar nuestros patrones negativos de pensamiento? "Durante mucho tiempo –explica Hugo Hirsch– se puso tanto énfasis en lo inconsciente que les hemos restado demasiada importancia a los aspectos conscientes, que son los voluntarios. Pensar en términos positivos nos dispone a que algo salga razonablemente bien. Podemos ampliar nuestro margen de conciencia perfectamente. La felicidad depende más de desarrollar ese margen y, con esa conciencia, hacer algo. Porque de poco o nada sirve entender y entenderse sin autogestión: el autoconocimiento sin autogestión no sirve para nada. Tengo que conocer mis recursos, pero también saber cómo administrarlos."

Más sanos, más longevos

Diversos estudios científicos demuestran que de la mano del pensamiento positivo se suma mejor salud física y emocional. Andrés López Pell explica que una investigación realizada entre pacientes de la institución que dirige junto a Alexis Kasansew reveló que aquellos que habían incrementado su nivel de optimismo sufrían menos somatizaciones: malestar estomacal, taquicardia, náuseas, sensación de ahogo: "Toda la sintomatología que corresponde al estilo somático –dice López Pell–. Estas personas suelen ser más pesimistas, tienen peores expectativas sobre el futuro; responden al tipo de gente que cuando se divorcia, por ejemplo, cree que estará solo para siempre y, de ese modo, genera un círculo vicioso, una autoprofecía que posiblemente se cumplirá".
Pensar en positivo también nos hace más longevos. Un estudio de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, encabezado por la doctora Becca Levy y realizado durante varias décadas sobre más de 600 personas mayores de 50 años, demostró que aquellos con una disposición más positiva hacia el envejecimiento vivían más tiempo (hasta un promedio de 7,5 años) y libres de enfermedades típicamente asociadas a la vejez.
En este sentido, la doctora Martina Casullo, directora del Departamento de Psicología de la Universidad de Palermo, profesora emérita de la UBA e investigadora principal del Conicet, dice que a menudo hacemos una asociación inmediata entre la vejez y el deterioro, "cuando también puede ser sinónimo de sabiduría; ¿por qué no mirarla también de esta manera?".
Casullo coordinó durante los dos últimos años el 1º y el 2º Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva en nuestra ciudad, organizado por la Universidad de Palermo, y que contó con la asistencia de más de un centenar de especialistas de todo el continente. "Seligman envió a un delegado, James Pawelski, que es hispanohablante, para que asistiera a la reunión de este año–comenta la psicóloga, sin disimular su entusiasmo– y el año pasado él mismo prologó la edición especial de la revista Psicodebate, que edita la Universidad, dedicada completamente a artículos sobre psicología positiva." (Psicodebate 7, revista de Psicología, Cultura y Sociedad de la Universidad de Palermo, Buenos Aires, 2006).
La especialidad del planteo no radica en lo "novedoso" de las ideas: el propio Martin Seligman dice que la psicología positiva no descubre nada nuevo en realidad, nada muy diferente de lo que el sentido común nos puede enseñar.

Temas olvidados

Martina Casullo plantea que en este inicio del siglo hay dos ejes que dominan el ambiente de la reflexión sobre la condición humana. "Uno es el respeto al aporte de las neurociencias –dice la psicóloga– y otro, el enfoque sociocultural. Hoy está demostrado que el medio ambiente no es sólo estresor y negativo, sino que también puede influir positivamente en el individuo. La psicología positiva de hace eco de este espíritu de época y recupera temas que han sido olvidados a pesar de que tienen una importancia central en el
bienestar de las personas: entre éstos, los valores, que constituyen en buena parte el capital psíquico del sujeto y que lo ayudan a buscar el bienestar a partir de sus posibilidades, de sus propios recursos. Si se trabaja desde allí, es posible que las expectativas sean más reales para cada uno de nosotros y enfrentemos menos frustraciones."
Casullo dice que un tema al que la psicología positiva da especial énfasis es la capacidad de perdonar. "Y no hablamos del perdón como sinónimo de reconciliación, o de anular la demanda ante una ofensa o un delito. Es, en realidad, un trabajo de autoperdón para lograr que la propia persona no se sienta culpable. El desarrollo de la capacidad de perdonar debería integrar programas de promoción y prevención de la salud, porque son muchas las personas que podrían beneficiarse si tuvieran la posiblidad de hablar y reflexionar sobre el tema."
La psicología positiva también enfoca su mirada hacia la influencia que tienen aspectos tales como la religiosidad, la vida cultural, la gratitud, el sentido del humor y la autoestima, o las estrategias puestas en marcha frente a los duelos, en la calidad de vida de los colectivos sociales, y ocupa buena parte de las investigaciones el estudio de cómo poblaciones de alto riesgo logran enfrentar (y superar) las negativas condiciones de vida que les tocan, es decir, la resiliencia.
Martina Casullo comenta que el enfoque de la psicología positiva tiene especial aceptación entre sectores medios y bajos, "por la necesidad concreta de sobrevivir en ambientes más adversos –reflexiona–. Por ahora, para sectores más ligados a lo intelectual no se trata de un pensamiento de primera línea… Se lo ve facilista o simplista, se lo asocia a la new age sin tener en cuenta que se gestó y se está desarrollando en ámbitos académicos y científicos, y tampoco se tiene en cuenta lo más importante: que contempla temas esenciales de la vida, que recupera lo mejor de la psicología humanística y existencial y de la psicología social".
El secreto radica, todo parece, en desarrollar recursos que apunten a la prevención y que permitan que cada persona enfrente mejor y más dotada con sus recursos, reconociéndolos, su propio proyecto de vida.
"El balance de lo que se hizo durante el siglo XX es negativo –dice Martina Casullo, ensayando una sonrisa que oscila entre el realismo más cruel y la tímida esperanza–. No hacen falta ni más resentimientos y ni más broncas. Tenemos que tener un propósito, y este enfoque puede ayudarnos a ir tras él."
Por Gabriela Navarra 
Para saber más www.thehappinessinstitute.com
www.cpp.com.ar
http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu /
http://resilnet.uiuc.edu/espanol
www.funsaled.org.ar
www.psicologia-positiva.com
buenosaires@ar.bkwsu.org (Universidad Espiritual Mundial Brama Kumaris, sede local)

La paradoja de Seligman

Parece mentira, pero el hombre que firmó el acta fundacional de la psicología positiva pasó más de la mitad de su vida estudiando la depresión: Martin E. Seligman, director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, EE.UU, desafió a sus colegas y, tras haber sido nombrado presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría, en 1998, destinó todos sus esfuerzos al desarrollo de una tendencia que algunos ya consideran escuela y que, aseguran, gana adeptos día a día.
“Seligman pasó muchos años de su vida estudiando cómo las personas que sufren depresión llegaban a un estado que llaman de desamparo aprendido y que consiste básicamente en considerar que no tienen ninguna alternativa viable para cambiar esa situación –explica Andrés López Pell–. En determinado momento, invirtió sus preguntas y comenzó a buscar respuestas acerca de cómo existían sujetos que, aun sometidos a los peores estresores y situaciones difíciles, siempre eran capaces de salir adelante.
Seligman fue uno de los primeros investigadores en demostrar, por ejemplo, que, alcanzado cierto nivel mínimo que garantice la cobertura de las necesidades básicas, tener mayor dinero no es un pasaporte hacia la felicidad. Y de esto, fundamenta, dan fe los estudios sobre la depresión en sociedades económicamente desarrolladas y opulentas.
Seligman plantea que existen tres tipos de felicidad, aplicados a tres niveles de vida diferentes: “La vida placentera, la vida buena y la vida con sentido –dice–. Para alcanzar el primer tipo de felicidad debemos intentar disfrutar de los mayores placeres posibles y echar mano de métodos que nos permitan saborearlos y disfrutarlos mejor: compartirlos con los demás, aprender a describirlos y recordarlos, y usar técnicas como la meditación para ser más conscientes de esos placeres. El segundo nivel, mucho menos superficial y pasajero, es lo que Aristóteles llamó eudaimonia y que ahora denominamos flow, o estado de flujo, y que consiste en encontrar las propias virtudes y los talentos, y ponerlos a nuestro servicio, viviendo experiencias que nos dejen absortos, fuera del tiempo. Finalmente, la vida con sentido supone encontrar alguna causa, motivo o tarea más grande que uno mismo, estar el servicio de los demás de alguna forma, y es la que permite una felicidad más profunda y duradera.”

Para pensar en positivo

Tener en cuenta estas claves pueden ayudar a reformular nuestra forma de sentir, pensar y actuar.
1.- Evitar las ideas del tipo “todo o nada”. La realidad no es “blanco y negro” o “buena o mala”. Si pensamos en esos términos, somos rígidos y no damos lugar a matices o puntos de vista.
2.- No generalizar demasiado. Alguien mintió o no acudió a la cita, pero eso no significa que ocurra en todos los casos. Conclusiones que comiencen con “siempre” o “nunca” suelen conducir a exageraciones.
3.- No focalizar en el peor detalle. Las situaciones tienen distintos puntos de vista. Si elegimos centrarnos en lo peor, todo se verá mal. Por ejemplo, dar más importancia a críticas que a elogios.
4.- No minimizar lo bueno. Siempre hay algo positivo para destacar. Si lo pasamos por alto o lo desvalorizamos, perdemos la oportunidad de apreciar sus ventajas.
5.- Por menos o por más. Nos equivocamos tanto cuando exageramos la importancia de un problema como cuando minimizamos nuestras capacidades para afrontarlo.
6.- Evitar las predicciones. Ante indicios confusos o que nos despiertan ansiedad, anticipamos la peor conclusión. Pensar que algo saldrá mal incide en su resultado.
7.- Decir “no” a las suposiciones. En nuestra comunicación cotidiana es frecuente que creamos que otro (amigo, pareja, compañero) piensa o siente de un modo. ¿Cómo sabemos que es así? Preguntar es mejor que suponer.
8.- Huir de la victimización. Frases o sentimientos como “¿por qué me toca siempre a mí?” o “siempre tengo mala suerte” o “¿por qué a los otros sí y a mí no?” nos alejan de la responsabilidad sobre nuestros actos.
9.- No poner ni ponernos etiquetas. Al equivocarnos, no toda nuestra persona merece ser descalificada; y algo similar ocurre cuando otros cometen errores. No es lo mismo decir  “esto lo hice” que “soy un tonto”. Pero atención: tampoco responsabilizar a los demás por errores propios.
10.- Poner límites a la propia responsabilidad. Si nos creemos responsables de cada problema (una separación, un hijo que desaprueba, etc.) sólo sentiremos culpa. Esta idea, sin embargo, oculta otra, más negativa aún: creer que todo está bajo nuestro control.

Lucha siempre

Por Francesco Alberoni
Me ha ocurrido muchas veces que he dejado a un amigo o conocido en condiciones desastrosas, ya de salud, económicas o de trabajo. Y me he preguntado con miedo cómo habría hecho para resistir, en qué habría acabado su situación. Y muchas veces, reencontrándolo después de años, he descubierto que estaba bien, alegre, lleno de vida, con una nueva actividad, a veces con una nueva esposa o un nuevo marido. Y he entendido que, en realidad, no podemos decir que la vida de una persona está acabada, porque todos poseemos enormes capacidades que no utilizamos y la vida siempre nos ofrece una nueva oportunidad, antes impensable. Pero se ponen en juego cosas muy profundas. Cuando estás duramente derrotado, o cuando enfrentas una enfermedad mortal, te alejas de la realidad, te repliegas en ti mismo; es un poco como su estuvieras muerto. Y cuando te recuperas, cuando te curas, es como si te fuese dada una segunda vida, y te invade un deseo febril de hacer, de tener nuevas experiencias. Un amigo mío, que se recuperó de un tumor considerado incurable, se compró un bellísimo barco con el que sale a navegar por el Mediterráneo. Otro ha escrito un libro que ha tenido un éxito inesperado. Una amiga se ha hecho famosa haciendo publicidad, otra ha adoptado un niño, una tercera simplemente se ha dedicado a gozar de las cosas bellas: un baño en el mar, su jardín, un viaje, una fiesta, y cuando hablas con ella te serena. Por eso nunca hay que decir : “No hay nada que hacer”; “qué se le va a hacer, no puedo tener hijos”; “qué se le va a hacer, no me gradué”; “qué se le va a hacer, me llegó la menopausia”; “qué se le va a hacer, estoy jubilado”. No tiene sentido: es como decir “qué se le va a hacer, se terminó la liquidación”. Si la liquidación se terminó, hay otras infinitas posibilidades de compras. Y no hay que perder tiempo en lamentarse de no tener más esto o aquello, ni de rumiar nuestros errores o las maldades que han cometido los demás. Errores cometemos todos y todos padecemos las maldades ajenas. No se trata de ser optimista solamente: tenemos que hacer las cosas que nos gustan, que nos estimulan, e ignorar las demás. No hables con los que te resultan antipáticos, con los que te irritan, y no veas películas que no te interesan; evita los programas de televisión que te fastidian. Y si encuentras algo que realmente tiene valor, lucha por realizarlo. Debes estar tan vivo a los noventa años como a los veinte. Y lucha sin miedo, con placer, con el gusto de hacer algo como si fuera una competencia de esquí, o de tenis o una maratón.
Corriere della Sera /LA NACION
El autor, italiano, es escritor
Traducción: Mirta Rosenberg

El arte de fluir

En el libro Pensamiento positivo (RBA Libros), Miriam Subirana y Ramón Ribalta explican que la modificación de viejos hábitos o creencias es la clave para transformar nuestros patrones de pensamiento. Las motivaciones, las visualizaciones, las afirmaciones positivas y la meditación, definida como “el poder del pensamiento concentrado”, son buenas herramientas. La meditación, desafían sus adeptos, no tiene nada de complicado. Se puede comenzar repitiendo palabras sencillas (“amor”, “paz”, “luz”), en voz alta o en silencio, durante lapsos de 10 a 20 minutos, en lugar y situación tranquilos, cómodamente ubicados, respirando en forma pausada y consciente. El fenómeno está lo suficientemente estudiado y los resultados son contundentes: por derecho y por revés, meditar hace bien.
Subirana y Ribalta dan ejemplos de pensamientos innecesarios (generalmente referidos al pasado; por ejemplo: “Si hubiera estado ahí no habría sucedido esa desgracia”), negativos (del tipo “todo va a salir mal”), y en tanto dicen que esta clase de pensamientos –más allá de la razón que uno tenga acerca de lo que expresan– nos vuelven perdedores porque estimulan un estado de “polución mental”, un pensamiento positivo, por sencillo que sea, siempre genera un beneficio… y no daña a nadie.
Simon Reynolds, en Mejor que el chocolate (Ed. V&R), enumera 50 técnicas para ser más felices: registrar qué cosas nos hacen bien, practicar actividad física, ser disciplinados, agradecer, reír, dormir mejor, tener metas altas, cultivar la amistad, no hacer del dinero la prioridad de la vida, expresar el cariño, mantenernos ocupados, tener un propósito vital. Reynolds explica el concepto de “fluir” (flow), introducido por el psicólogo de origen húngaro (y apellido impronunciable) Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los aportes más importantes para explicar las claves del disfrute. El fluir consiste en realizar una actividad con cierto nivel de complejidad, ver claramente que avanzamos en ella, usar en eso toda nuestra concentración, y sentir que tenemos el control.
Los expertos aseguran que cuanto más “fluimos” más felices somos. ¿Y cómo?
El propio Martin Seligman da ejemplos de fluir. Dice que él es jugador de bridge, un entretenimiento muy común entre los estadounidenses mayores. “El promedio de edad de quienes participan en los torneos es de 70 años, una época de la vida en que es frecuente sentir dolores y molestias físicas –reflexiona–. Sin embargo, ninguno de ellos se queja de nada mientras juega. Están completamente absortos en lo que hacen, se olvidan de todo.”

El propio bienestar

En 1984, el psicólogo Edward Diener, de la Universidad de Illinois, EE.UU, elaboró una escala de medición del propio bienestar.
Sólo lleva unos minutos y puede orientarnos acerca de cuán conformes (o no) estamos con nuestra propia vida. A continuación, cinco afirmaciones con las que puede estar de acuerdo o no.
Utilizando esta escala de 1 a 7 indique su grado de acuerdo con cada frase colocando a continuación de ella el número apropiado.
1. En total desacuerdo
2. En desacuerdo
3. Ligeramente en desacuerdo
4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo
5. Ligeramente de acuerdo
6. De acuerdo
7. Totalmente de acuerdo
a) En la mayor parte de los aspectos, mi vida está próxima de mi ideal
b) Las condiciones de mi vida son excelentes
c) Estoy satisfecho/a con mi vida
d) En gran parte, he logrado las cosas importantes que quería en la vida
e) Si pudiera vivir mi vida otra vez, no cambiaría casi nada de ella

Puntuaciones:

31 a 35: extremadamente satisfecho con su vida
26 a 30: muy satisfecho
21 a 25: ligeramente satisfecho
20: punto neutral
15 a 19: ligeramente insatisfecho
10 a 14: insatisfecho
0 a 9: extremadamente insatisfecho


 


martes, 1 de febrero de 2011

Como medimos al amor?

En mi hulmilde opinion no creo que el amor de verdad tenga medida ni que podamos ponerle rotulos o fecha de vencimiento; si puede transformarse, cambiar, evolucionar. 
 
La unica certeza que tengo es que El amor es un sentimiento primero de ida y despues de vuelta: damos primero y luego recibimos (eso si, tenemos que dar sin esperar nada a cambio, que dificil no?) ... y para poder dar amor hay que amarse a uno mismo ya que no podemos dar aquello que no tenemos ... 

  
Si alguien dijo alguna vez que el amor sucede por arte de magia nos vendio un buzon, sin embargo puede convertirse en algo muy simple cuando logramos amar sin medida, cuando dejamos el EGO de lado.

En el terreno amoroso de la pareja, no existe forma de decir cuanto puede o debe durar el amor. Es un trabajo diario de crecimiento, aprendizaje y construccion. Cada pareja es unica, imposible compararla con otras ... aunque parezca una obviedad: el amor de pareja siempre es un trabajo de dos.


Hace mucho aprendi que no hay formulas, el amor es otra de esas cosas que solo puede aprenderse VIVIENDOLO  ...


Te amo en cada paso del camino

Palabras de Osho


No te preocupes demasiado por los fines utilitarios. 
Más bien, recuerda constantemente que no estás aquí, en la vida, para ser un objeto. 
No estás aquí para tener utilidad; eso está por debajo de tu dignidad. 
No estás aquí para ser cada vez más eficiente, sino para estar cada vez más vivo;
estás aquí para ser cada vez más inteligente; estás aquí para ser cada vez más feliz.

Osho


Cuento: La Ayuda de Dios en el Desierto

Un hombre se perdió en el desierto. Y más tarde, refiriendo su experiencia a sus amigos, les contó cómo, absolutamente desesperado, se había puesto de rodillas y había implorado la ayuda de Dios. 

"¿Y respondió Dios tu plegaria?", le preguntaron. 

"¡ Oh, no! Antes de que pudiera hacerlo, apareció un explorador y me indicó el camino" 

Autor: Anthony de Mello 

El Gato Del Gurú

 Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú para las prácticas del culto, siempre andaba por allí el gato del ashram distrayendo a los fieles. De manera que ordenó el gurú que ataran al gato durante el culto de la tarde.

Mucho después de haber muerto el gurú, seguían atando al gato durante el referido culto. Y cuando el gato murió, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino.


Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización de un culto como es debido.


Alguna vez se te ocurrio cuestionar? es una gran practica! 
Pregunta, aprende pero por sobre todas las cosas nunca creas las cosas tal como son mostradas o dichas solo porque vienen de algun maestro, nadie tiene la verdad absoluta. 
Si algo no condice con tu propia intuicion o esto no te cierra, PREGUNTA: todo tiene una explicacion. 

 

lunes, 31 de enero de 2011

Pokito a poko


Poquito a poco entendiendo
que no vale la pena andar por nadar
que es mejor andar para ir creciendo

La felicidad

Sentir es lo mejor que nos puede pasar, solo que algunas veces nos resulta mas facil cuando se trata de un sentimiento agradable. Y si, en honor a la verdad nadie quiere sentir dolor.
Pero alguna vez pensaste que si algo te duele quiere decir que estas vivo?
Solo los vivos son capases de sentir, entonces la capacidad de sentir sigue ahi para conectarte con el mundo y asi como existen el dolor o la tristeza existen tambien podes sentir felicidad, no son mas que los opuestos necesarios.
 
“Si estamos en un cuarto oscuro 
y decimos que no hay luz es
 porque alguna vez hemos visto la luz. 
Algo parecido ocurre con la felicidad.”
  
 
El momento mas oscuro de la noche 
es justo antes del amanecer.

Hacer las cosas de a una por vez


   ‎"Empieza haciendo lo que es necesario, 

luego lo que es posible 

y te verás haciendo lo imposible ". 

San Francisco de Asís.

 

¿Cómo cambia el cerebro con la meditación? - CNNMéxico.com



¿La gente puede fortalecer los circuitos cerebrales asociados con la felicidad y el comportamiento positivo, de la misma forma que podemos fortalecer nuestros músculos con ejercicio?
Richard Davidson, quien durante décadas ha practicado la meditación budista, una forma de ejercicio mental, insiste en que podemos.
Y Davidson, quien ha meditado desde que visitó India cuando se graduó de Harvard en los años 70, está convencido de esto, más allá de su propia experiencia.
Como psicólogo en la Universidad de Wisconsin, se volvió líder de un campo relativamente nuevo, llamado neurociencia contemplativa, la ciencia que estudia los efectos de la meditación en el cerebro.
Durante la última década, Davidson y sus colegas han producido evidencia científica para la teoría de que la meditación —la antigua práctica oriental de sentarse concentrándose en ciertos objetos— puede mejorar al cerebro.
"Todos sabemos que si realizamos cierto tipo de ejercicios de forma regular podemos fortalecer grupos musculares de forma predecible", dijo Davidson, en su oficina en la Universidad de Wisconsin, donde su equipo de investigación ha estudiado a monjes budistas y a otros meditadores con tomografías cerebrales.
"Fortalecer los sistemas neurales no es fundamentalmente distinto", dijo. "Básicamente remplaza ciertos hábitos mentales por otros". Los neurocientíficos que estudian la meditación dicen que obtener este hábito puede fortalecer los circuitos cerebrales responsables de mantener la concentración y de generar empatía.
Un estudio reciente realizado por el equipo de Davidson descubrió que los meditadores novatos estimularon sus sistemas límbicos, la red emocional del cerebro, durante la práctica de meditación de compasión, una antigua práctica del budismo tibetano.
Esa no es una gran sorpresa, dado que la meditación de compasión pretende generar un estado emocional específico de empatía intensa, en ocasiones llamado "de amor y bondad".
Pero el estudio también descubrió que los meditadores expertos (monjes con más de 10,000 horas de práctica) mostraron una actividad significativamente mayor de su sistema límbico. Los monjes parecían haber cambiado permanentemente sus cerebros para ser más empáticos.
Un estudio previo realizado por algunos de los mismos investigadores descubrió que los meditadores comprometidos experimentaban cambios sustanciales en las funciones base del cerebro, es decir, habían modificado la forma en la que sus cerebros funcionaban incluso fuera de la meditación.
Estos cambios incluían la activación acelerada de la región anterior izquierda cerebral que, se cree, es responsable de generar las emociones positivas. Los investigadores descubrieron la transformación en novatos que se inscribieron a un curso de ocho semanas de meditación de conciencia plena, una técnica budista.
Pero la mayoría de las investigaciones cerebrales en torno a la meditación siguen siendo preliminares, y esperan ser corroboradas por otros científicos. Los beneficios psicológicos de la meditación y su uso en tratamientos para condiciones tan diversas como depresión y dolor crónico son más reconocidos.
La ciencia cerebral seria en torno a la meditación surgió apenas en la última década, desde que las resonancias magnéticas permiten a los científicos observar el cerebro y monitorear los cambios en tiempo relativamente real.
A principios de los 90, un investigador de la Universidad de Pensilvania, Andrew Newberg, dijo que los escaneos cerebrales de los meditadores con experiencia mostraban que la corteza prefrontal, la zona del cerebro que alberga la atención, tenía un mayor desempeño durante la meditación, mientras que la región cerebral que se concentra en la orientación de tiempo y espacio, llamada lóbulo parietal superior, se oscurecía.
Newberg dijo que sus hallazgos explican por qué los meditadores son capaces de concentrarse intensamente al mismo tiempo que describen sentimientos de trascendencia durante esa práctica.
Los efectos de la meditación en el cerebro y su futuro
La neurociencia que estudia la meditación ganó más credibilidad en la comunidad científica desde sus primeros escaneos.
Una señal de esto es el aumento del financiamiento del conjunto de Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, que ayudaron a establecer nuevos centros de investigación científica contemplativa en las universidades de Stanford, Emory y Wisconsin, donde se está construyendo el primer laboratorio con una sala de meditación para imagenología cerebral.
El NIH no pudo ofrecer cifras sobre las cantidades que dona a investigaciones sobre meditación, pero las subvenciones sobre medicina complementaria y alternativa, que incluyen varios estudios sobre meditación, aumentaron de 300 millones de dólares en 2007 a aproximadamente 541 millones de dólares en 2011.
"Las investigaciones originales realizadas por gente como Davidson en la década de 1990 lucían intrigantes, pero tomó tiempo para que fueran convincentes con respecto al hecho de que los procesos del cerebro realmente cambian durante la meditación", dijo Josephine Briggs, directora del Centro Nacional de Medicina Alternativa y Complementaria de los NIH.
En un estudio realizado en 2007, Davidson comparó las capacidades de atención de los meditadores novatos con las de los expertos en la tradición budista tibetana. Los participantes en ambos grupos debieron practicar la meditación de atención en un punto fijo en una pantalla mientras los investigadores realizaban resonancias magnéticas de sus cerebros.
Para retar las capacidades de atención de los participantes, los científicos interrumpían su meditación con sonidos que los distraían. Los escaneos cerebrales descubrieron que tanto los meditadores novatos como los experimentados activaban una red de regiones cerebrales relacionadas con la atención durante la meditación, pero los meditadores experimentados mostraron más activación en algunas de las regiones.
Los meditadores sin experiencia mostraron un aumento en la activación de regiones cerebrales que han mostrado una correlación negativa con el mantenimiento de la atención. Los meditadores experimentados fueron más capaces de activar sus redes de atención para mantener la concentración en el punto. El estudio sugirió habían cambiado la estructura de sus cerebros.
Los escaneos de resonancia magnética funcional (fMRI) mostraron que los meditadores experimentados tenían una respuesta neural menor a los ruidos de distracción que interrumpían la meditación. De hecho, mientras más horas de experiencia tuviera el meditador, menos activas fueron sus redes emocionales durante los sonidos de distracción, según los escaneos; esto quiere decir que la concentración se les facilitaba más.
Recientemente, la neurociencia que estudia la meditación se ha concentrado en la meditación de compasión, que involucra la generación de empatía por medio de la concentración, sin relacionarlo con otros objetos. Los practicantes la llaman meditación de compasión sin referencia.
El nuevo interés neurocientífico en esta práctica proviene, sobre todo, de la petición del dalái lama, el líder político y espiritual de los budistas tibetanos, para quien la meditación de compasión es una tradición deteriorada por el tiempo.
El dalái lama organizó el viaje de monjes tibetanos a universidades estadounidenses para que fueran estudiados mediante escaneos, y habló en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia, la reunión más grande entre científicos que estudian el cerebro.
El dalái lama dijo que apoya a la neurociencia que estudia la meditación, aunque los científicos eliminen los orígenes budistas de la meditación, tratándola simplemente como un ejercicio mental que prácticamente cualquiera puede hacer.
"Este no es un proyecto religioso", dijo Davidson. "La meditación es una actividad mental que puede ser comprendida en términos seculares”.
Aún así, el naciente campo enfrenta retos. Los científicos han escaneado apenas unos cientos de cerebros para estudiar la meditación, una muestra de estudio muy reducida.
"Hay una serie de graduados de doctorado que descubrieron un valor personal en la meditación y se inspiraron para estudiarla científicamente", dijo Davidson. "Son personas de las mejores universidades y quieren hacer una carrera con esto".
Agregó que, en 10 años, "veremos cómo la investigación sobre la meditación se vuelve parte de la corriente dominante".

Fuente: CNN Mexico

El yoga es uno solo, pero formado por muchas ramas

Las ramas del Yoga son muchas, ya que esta ciencia milenaria, el Yoga, es como un inmenso árbol en el que todas y cada una de las ramas son importantes.
Cada una de las ramas del Yoga, con más elementos en común que diferencias, aporta diferentes formas de concebir la práctica y permite que cada alumno encuentre el camino más adecuado a su manera de ser y su condición física.
Al menos existen 108 ramas del Yoga y la posibilidad de que cada una de ellas pertenezca a una de las cuatro grandes líneas, lo que podría llegar a más de 400 interpretaciones, diferentes y divergentes, surgidas en culturas distintas, desarrolladas por varias etnias a lo largo de 5.000 años de historia de la India.

Algunas de las ramas del Yoga más conocidas

  • Hatha Yoga: el nombre Hatha Yoga puede ser utilizado como término general para hacer referencia a cualquier tipo de Yoga que incluye posiciones físicas y ejercicios de respiración. En Hatha Yoga se hace uso de asanas (posturas estáticas) y Pranayama (control de la respiración) para trabajar principalmente el afinamiento de los sentidos y la mente, y despertar de forma segura los centros energéticos y progresivamente el potencial creativo, o energía kundalini. En la práctica de las asanas, el Cuerpo y la Mente aprenden a ser conscientes, atentos. Se aprende a respirar suave y profundamente de una forma equilibrada, de esta manera la energía vital (prana) puede fluir sin obstrucciones, aprendiendo a aquietar la mente, a hacerla receptiva y pasiva, y se induce un estado meditativo. Se interrelacionan las 4 facultades del individuo: Intelecto, Ego, Pensamiento y Memoria.
    El Hatha Yoga es una de las ramas del Yoga más populares en Occidente desde finales de los años sesenta. Goraknath es considerado como uno de los gurús más importantes. Vivió en el año 1000 d.C. y se dice que reveló los primeros ejercicios de respiración y posiciones del Hatha Yoga. La obra más antigua y completa que es el Hatha Yoga Pradipika (Luz sobre Hatha Yoga)
  • Ashtanga Yoga: el Yoga de los ocho pasos es una de las grandes ramas del Yoga. El místico indio Patanjali, conocido como el creador de la ciencia del Yoga estructuró, compiló, sistematizó y ordenó cuidadosamente las enseñanzas previas del Yoga inspirada en los vedas en su obra Yoga Sutra (reglas) Patanjali ordenó el Yoga en 8 limbos o preceptos que constituyen lo que se denomina Ashtanga Yoga. La definición histórica y etimológica de Ashtanga Yoga es "Yoga de los ocho pasos" (ashta: ocho, anga: miembro) Son: Yama (prohibiciones o cumplimiento de cinco reglas); Niyama (preceptos); Asana (posturas, un total de 84); Pranayama (control de la respiración); Pratyahara (poco comer): aislamiento de los sentidos ante la realidad externa; Dharana (sostenimiento): fijación de la mente; Dhyana (meditación) y Samadhi (completa absorción): ensimismamiento de la realidad suprema.
  • Iyengar Yoga: la práctica de Iyengar en Occidente comenzó en los años 60 gracias a B.K.S. Iyengar que, en la actualidad, sigue enseñando esta rama del Yoga en Pune (India) Para facilitar y perfeccionar la ejecución de las posturas se usan "props" (elementos) como cuerdas, cinturones, cojines, mantas, almohadillas de espuma, bloques de madera y sillas. El maestro Iygengar es sumamente preciso en la alineación corporal, que permite conseguir el equilibrio con menor esfuerzo muscular y mayor estabilidad. Raramente se realizan largas meditaciones o ejercicios de respiración.
  • Vini Yoga: mezcla todas las ramas del Yoga que prestan especial importancia a la respiración. Fue desarrollado por Shri T. Krishnamacharya, maestro de B.K.S.Yyengar y K. Pattabhi Jois en el sur de India. Generalmente son clases personalizadas con un gran poder terapéutico.
  • Kundalini Yoga: las posturas se mantienen varios minutos con una respiración acelerada. Esta rama del Yoga desarrolla la concentración. Originariamente el Kundalini se practicaba con Laya Yoga y Tantra Yoga de forma conjunta. Laya Yoga era la técnica para alterar la conciencia y la salud total mediante el uso de sonido y del ritmo, y Tantra Yoga era practicado por parejas de hombres y mujeres para limpiar el subconsciente. Progresivamente las técnicas se dividieron según las necesidades de los diferentes tipos de personalidad. El maestro espiritual del Kundalini Yoga es Yogui Bhajan, maestro también del Yoga Blanco.
  • Ashtanga Vinyasa Yoga: consiste en una serie vigorosa y dinámica, compuesta por 80 posturas y 535 movimientos, que aumenta la temperatura corporal. Uno de los elementos que distingue al Ashtanga es la aplicación de los bhandas o "cierres energéticos", que impiden que la energía se escape del cuerpo y que generan un intenso calor que ayuda a quemar impurezas, regular las funciones fisiológicas y producir una transpiración cutánea regeneradora. K. Pattabhi Jois, de Mysore (sur de la India), contribuyó a popularizar el Ashtanga en Occidente.
  • Satyananda Yoga: esta rama incluye práctica de asanas, pranayama (ejercicios de respiración), kriyas (técnicas de limpieza) y relajación profunda (yoga nidra) Tiene su sede en la Bihar School of Yoga, situada en el norte de la India.
  • Sivananda Yoga: combina prácticas físicas y emocionales, siguiendo siempre la misma secuencia de 12 posturas que estimulan todos los chakras
  • Bhakti Yoga: senda devocional que, a menudo, incluye sesiones de cánticos (kirtan) Bhakti significa inteligencia y amor.
  • Nada Yoga: Yoga del sonido. Hay técnicas muy depuradas basadas en la repetición concentrada (japa yoga) de un sonido con especial significado (mantra)
  • Nidra Yoga: técnica de meditación y relajación profunda desarrollada por Swami Satyananda Saraswati, que adaptó y actualizó antiguas prácticas sin complicaciones ritualistas y adaptadas a personas no iniciadas. El Yoga Nidra es un método sistemático para conseguir de maneyoda nidrara consciente un estado de relajación física, emocional y mental, en el que se puede mejorar el esquema corporal, la capacidad de concentración, la memoria, la creatividad, etc. Yoga Nidra puede traducirse como "sueño psíquico" o "sueño consciente".
  • Jñana Yoga: o "Yoga del verdadero conocimiento" se considera que la mente es un instrumento para la creación de ilusiones. Pero también hay una mente superior (buddhi)
  • Karma Yoga: es la senda del servicio desinteresado que desarrolla la responsabilidad hacia todas las acciones (físicas, verbales y mentales)
  • Raja Yoga o clásico: conocido como el Yoga psicofísico, "real" y también como "el rey de los yogas", desarrolla el control sobre la mente y utiliza la voluntad y la meditación para mejorar la concentración.
  • Viniyoga: fundado por T.K.V. Desikachar (1938), hijo de T. Krishnamacharya, método que enfatiza las necesidades de cada individuo, proporcionando a los practicantes las herramientas para individualizar y actualizar el proceso de autodescubrimiento y transformación.
Daya Kaur
Periodista, profesora de Yoga, creadora del programa YogayMovimiento®, instructora de Pilates y formadora de la Federación Madrileña de Gimnasia.

Colaborador de enbuenasmanos.com
http://www.yogaymovimiento.es
Fuente: http://www.enbuenasmanos.com


Cuidate

Cuida lo que piensas, por que de ahí vienen tus palabras. 

Cuida lo que dices, por que de ahí vienen tus acciones.

Cuida lo que haces, por que de ahí vienen tus hábitos.

Cuida tus habitos por que de ahí viene tu carácter.

Cuida tu caracter, por que de ahí depende tu destino.


Los beneficios de la meditacion

Cuando meditar es el remedio.

Según especialistas, la ciencia lo incorpora como tratamiento complementario para fortalecer el sistema inmunológico; también reduce el estrés; testimonios.

Por Verónica Dema
Creditos: De la Redacción de lanacion.com
vdema@lanacion.com.ar
En Twitter: @verodema

Las zapatillas quedan en el umbral de la sala de pisos de madera impecables y aroma a sahumerios. Las paredes, bordeadas de almohadones. Allí empiezan a acomodarse uno a uno los alumnos de meditación los viernes al mediodía. La instructora, Mónika Correira Nobre, se mete en la medialuna que conforma el grupo y empieza a hacer sonar unos cuencos de cuarzo con un movimiento que la convierten en una especie de cocinera ancestral: sus baquetas, como cucharas de madera, giran rozando los bordes y así esparcen un sonido venido de otro lugar, de otro tiempo.
Carmen cuenta que hace 20 años que medita y lo hace porque la relaja y la mantiene alejada de los médicos. "Lo más notable es que se me terminaron los problemas intestinales", dice, y se explaya varios minutos hablando de una vida más tranquila en todo sentido, "sin dolores de cabeza, sin estrés".
Como ella, cada uno de sus compañeros habla de las bondades de la meditación en sus cuerpos, en sus mentes, en lo afectivo, también. Menos dolores de cabeza y de estómago, regularización de la hipertensión arterial, menos ansiedad y estrés, mejor relación con los pares y la lista sigue. La ciencia recoge estos testimonios y empieza a reconocer a la meditación como un tratamiento complementario a los de medicina tradicional.
El psicoterapeuta Martín Reynoso, experto en Mindfulness (atención plena) del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), explica que la meditación tiene efectos positivos en los pacientes que la sostienen en el tiempo. "Está comprobado que activa la parte frontal izquierda del cerebro, lo que genera emociones positivas, reduce la ansiedad y el estrés; a la vez, también mejora el nivel de atención y se fortalece el sistema inmunológico", enumera el especialista.
Así, cada vez que la ciencia logra corroborar la eficacia terapéutica de la meditación ésta se gana un espacio más relevante. Uno de los hallazgos recientes sobre el poder de la meditación la difundió el Laboratorio de Neuroimágenes de la Universidad de California, Estados Unidos, donde se descubrió que meditar genera cambios en la estructura del cerebro. Concretamente, la investigadora Eileen Luders demostró que las personas que meditan tienen más materia gris en las zonas del cerebro relacionadas con el control de las emociones.
Luego de una hora, cuando la clase de meditación está llegando a su fin la instructora toma los din din, dos platillos de metal que suenan como pequeñas campanas. Es el despertar de una clase en la que se buscó la concentración como para lograr descansar el cuerpo y la mente. "La idea es ser consciente de cada una de las partes del cuerpo y hallar el propio eje, el centro de uno", dice Mónika, después de la hora de ejercicios y meditación.
Luego del tintineo, los ojos buscan abrirse pero lentamente, como si los párpados pesaran o como si realmente estuvieran despertando de un largo sueño. Los alumnos aún permanecen quietos, silenciosos, en posición de indios; sus espaldas, derechas. "Es duro, pero hay que retomar el día", le dice en voz bien baja Beatriz a Andrea, que sonríe y se dispone a buscar sus zapatillas.

Ventajas de la meditacion:

  • Activa la parte frontal izquierda del cerebro.
  • Genera emociones positivas.
  • Permite controlar mejor el stress.
  • Disminuye la ansiedad.
  • Mejora la respuesta inmunologica.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar

Otras notas relacionadas: 

La meditacion puede cambiar el cerebro

La atencion mejora con meditacion 

Quienes meditan tienen mas materia gris.


Slow life o bajemos un cambio

10 cosas que usted debe saber sobre ir despacio

En una época del año que se presta para los cambios de hábito, algunas sugerencias inspiradas en el movimiento slow para aminorar la marcha y permitirse un respiro en medio del vértigo de la gran ciudad.

1). Dígale no a las comidas rápidas y súmese al movimiento de la Comida Lenta

Las comidas rápidas no cuidan la salud de su cuerpo o del medio ambiente, y el gusto no puede compararse con el de la comida casera. Pruebe nuevos libros de recetas.

2. Desacelere al límite de velocidad permitida cuando maneje

Manejar a la velocidad permitida ahorra nafta, aumenta la seguridad y puede reducir el clima de ira en las calles, alimentado por la adrenalina. Todos maldicen al conductor que zigzaguea a gran velocidad en medio del tráfico para llegar unos minutos antes. ¿Ganar unos minutos realmente justifica el riesgo de tener un accidente grave?

3. Desacelere la conversación

No interrumpa a la gente en su apuro por decir lo suyo. Escuche -realmente escuche- lo que dicen los demás, en vez de usar el tiempo para armar su refutación. Pare y piense antes de decir (o contestar en el correo electrónico o el celular) algo de lo que después se arrepentirá.

4. No juzgue apresuradamente

No hay motivo por el que los demás tengan que pensar, actuar o vestirse igual que usted. Valore la diversidad.

5. Mire el interior, no el exterior

En el exterior parece que el mundo contiene 7000 millones de personas con distintos credos, colores de piel, religiones y niveles educativos. Mire el interior y descubra que somos todos de la misma especie, todos relacionados, que estamos todos en la misma nave. ¿Por qué persistimos en sacudirla con tanta fuerza? Reduzca el tiempo que dedica a las redes sociales y tómese más tiempo para conectarse con el mundo real a su alrededor.

6. Un momento: ¿realmente necesita un nuevo... [complete el espacio en blanco]?

Siempre habrá algo que es más grande, mejor o está más de moda que lo que tiene, pero yendo por ese camino se encontrará con el mayor basurero que usted pueda imaginarse: se llama Tierra.

7. Las investigaciones indican que el tiempo dedicado al relax puede reducir la presión

Lo mismo ocurre con la meditación. ¿No preferiría meditar antes que medicarse? Como dijo Françoise de La Rochefoucauld: "Cuando no podemos encontrar tranquilidad en nuestro interior, es inútil buscarla en otra parte".

8. Una de las maneras más encantadoras y reveladoras de desacelerarse: la poesía

Por eso, conviene tomarse tiempo para leer todos los días. "Y allí tendré algo de paz, porque la paz cae lentamente", escribió William Butler Yeats en La isla del lago de Innisfree. Saboree poemas de todas las eras, categorías y estilos.

9. Dese tiempo para pensar en los niños

¿Cómo afecta su próxima acción el mundo que heredarán? Es fácil actuar por hábito o porque todos los demás hacen lo mismo. Si se da tiempo para pensar en lo que hace, podrá decidir si realmente quiere hacerlo.

10. No pase la vida acelerado

Sea consciente de momentos que luego podrá recordar con afecto y advierta que los está viviendo en el presente. ¿Qué tiene el futuro que no tenga el presente, salvo más arrugas y pelo canoso?


Por Walter Mosley y Dian Duchin Reed
Traducción: Gabriel Zadunaisky
Editado y concebido por Walter Mosley, con ayuda de Rae Gomes en las investigaciones, Diez cosas es una columna mensual de la revista The Nation. Más datos sobre el movimiento slow: http://slowmovement.com/


 

La calma en el Caos

 


PARA REFLEXIONAR
Combatir los pensamientos negativos o transformarlos?
Esta en nuestras manos elegir que camino tomar.
El poder del pensamento es maravilloso!!!!

domingo, 30 de enero de 2011

Se agradecido con todo


Porque todos están creando un espacio para que seas transformado, incluso quienes piensas que te están obstruyendo, incluso quienes piensas son tus enemigos. Tus amigos, tus enemigos, la gente buena y la gente mala, las circunstancias favorables, las circunstancias desfavorables: en conjunto se está creando el contexto en el cual puedes ser transformado y convertirte en un Buda. Sé agradecido con todos, con los que han ayudado, con los que han obstaculizado, con los que han sido indiferentes. Sé agradecido con todos, porque todos juntos están creando el contexto en el cual nacen los Budas, en el cual tú puedes convertirte en un Buda.

-OSHO-

Disfruto, Amo, Suelto, Acepto

...  la vida es un camino con dias de a 1 por vez.


FELIZ VIDA!